URGENCIAS RESPIRATORIAS
ACTIVIDAD: FORO
Junio 2019
INTRODUCCIÓN
Las urgencias respiratorias son muy comunes debido a que
estas tienen diversos orígenes, desde la complicación respiratoria como síntoma
de alguna afección patológica, trastornos respiratorios, trauma, entre otros.
Algunas de las
patologías respiratorias conllevan un manejo de la urgencia bajo protocolos de
atención marcados para los diferentes niveles de entrenamiento del personal de
urgencias médicas, esto por requerir tratamientos invasivos que exigen los
conocimientos y habilidades especifico, o bien el uso de fármacos bajo
dirección médica.
Dentro de las urgencias médicas el manejo de las urgencias
respiratorias es fundamental al representar un proceso bilógico que permite la
producción de energía, el suministro de oxígeno a las diversas células del cuerpo
humano, así como del desecho de dióxido de carbono.
URGENCIAS
RESPIRATORIAS
INHALACIÓNES
TÓXICAS
La atención por inhalación toxica representa un reto para
el personal de urgencias médicas por el gran número de sustancias que pueden
provocar esta toxicidad, este tipo de urgencias no solo requiere de la atención
sobre la ventilación del paciente, hay que realizar la evaluación de posibles
lesiones ocasionadas en las estructuras anatómicas, sintomatología de la
toxicidad, entre otras. Además de un
manejo integral de la urgencia por inhalación de tóxicos, existirán casos donde
la asistencia de personal de MatPel.
Fisiopatología
de la inhalación tóxica:
La inhalación
tóxica consiste en la exposición de sustancias con un grado de solubilidad que
permiten que el organismo las inhale, entre estos tóxicos también se incluye el
humo dentro de un incendio.
Esta inhalación provoca lesiones en las estructuras de la
vía aérea alterando el mecanismo de ventilación, existe una clasificación de
mecanismos intrínsecos que producen la lesión respiratoria, entre ellos:
• Inhalación de humo: frecuente en
victimas de incendios donde la combustión es producida por derivados de
petróleo (plásticos), la inhalación se ascia con intoxicación y envenenamiento
por monóxido de carbono, ocasionando un cuadro grave que pone en riesgo la vida
de la víctima.
• Gases irritantes: constituye una serie
de gases patógenos que al igual que los asfixiantes químicos y físicos,
ocasionan lesiones en la mucosa expuesta. En este grupo de gases se incluye e
cloro, amoniaco, dióxido de nitrógeno, ozono y fosfógeno, estos aumentan el
riesgo de edema agudo del pulmón no cardiogénico. A su vez los gases tienen
otra clasificación:
o Solubles en agua: amoniaco; que
ocasiona irritación aguda de la vía aérea superior
o Moderadamente solubles en agua: cloro;
depende de la concentración y el grado de exposición; van desde tos,
sibilancias, estertores y edema pulmonar hasta quemaduras químicas.
o Mínimamente soluble en agua; fosgeno;
este se caracteriza por tener efecto retrasado de edema pulmonar (Pollak,
2014).
• Asfixiantes físicos: se caracterizan
por encarecer el ambiente al producirse la combustión inicial, como el dióxido
de carbono, metano, etano, nitrógeno, entre otros. Estos gases ocasionan el
desplazamiento de oxigeno ambiental aumentando el riesgo de hipoxia. Este tipo
de asfixia también es conocido como simple, ya que consiste en la interrupción
de aporte de oxígeno al ser removido durante la inspiración. Por otro lado, la
asfixia celular consiste en la interrupción del aporte de oxígeno a nivel
celular.
• Asfixiantes químicos: se reconocen
fundamentalmente tres de ellos: el monóxido de carbono, el ácido cianhídrico,
el que a menudo coexiste con el envenenamiento por monóxido de carbono y por
último el ácido sulfhídrico, el cual puede producir tanto lesiones locales en
el tracto respiratorio y sistémicas (Riaño).
En el caso de un incendio, el contenido de oxigeno
inspirado en el aire por el paciente es bajo, ya que durante la combustión el
oxígeno existente es consumido. De igual forma existe una mayor cantidad de
Dióxido de Carbono, ocasionando que en el organismo ocasiona la saturación en
las células, fijándose en el sistema citocromo-oxidasa, ocasionando
alteraciones mitocondriales, bloqueando la respiración celular y disfunciones
orgánicas en el sistema nervioso y cardiovascular.
Manejo y
tratamiento:
Al tratarse de inhalación de tóxicos el primer paso durante
el arribo a la escena es evaluar si esta es segura o si requiere del equipo de
MatPel.
Es escenarios donde la exposición es masiva o puede poner
en riesgo al personal de atención, es necesario retirar del ambiente a la
víctima, también debe considerarse la descontaminación, de acuerdo a lo que el
equipo de MatPel determine.
Una
vez que se ha colocado a la víctima en una zona segura, revisar vía aérea si
existe compromiso pulmonar sistémico por hipoxia, intoxicación o
envenenamiento.
El
cuadro clínico incluye: disnea, cianosis, disfonía, estridor, sibilancias y
tos. De igual forma puede presentar vómito confusión, ataxia, convulsiones
hasta coma.
Recordemos que, dentro de la evaluación del paciente, no
solo debe incluirse la evaluación de los síntomas de la víctima, pueden
observarse lesiones en estructuras anatómicas que determinen el manejo de la
vía aérea, como en el caso de las quemaduras, donde la intubación y tipo de
ventilación se encuentra comprometido.
La administración de oxígeno en estos casos es importante,
ya que la escases de este es uno de los principales problemas en el organismo.
Este debe ser a altas concentraciones y con el dispositivo que favorezca en
mayor medida al paciente (considerando nuevamente a pacientes con quemaduras o
lesiones en estructuras anatómicas).
En
algunos casos y de acuerdo al cuadro clínico y diagnóstico del paciente, se
encuentra indicada la administración de broncodilatadores y corticoides bajo
dirección médica, además del control de intoxicación como anteriormente
mencionamos con la administración de oxígeno.
En el caso de convulsiones, además de realizar el manejo de
la vía aérea y asistencia ventilatoria; esa indicada la administración de
Diazepam de forma intravenosa, 5 mg en adultos y 0.1 a 0.33 mg/kg en pacientes
pediátricos; diluidos en solución salina al 0.9% a pasar en 30 minutos, bajo dirección
médica.
La actividad cardiaca debe ser vigilada de forma constante
ya que es posible la presencia de arritmias ventriculares o incluso la
necesidad de reanimación cardiopulmonar.
El monitoreo de signos vitales en este tipo de pacientes es
importante para detectar las mejoras o la depresión del paciente.
CONCLUSIONES
Las urgencias respiratorias son situaciones que se
encuentran a la orden del día; estas pueden tener diversos orígenes como ya
mencionamos pueden ser derivadas de patologías como EPOC o en el caso de esta
actividad por accidentes como la inhalación de tóxicos por exposición.
Cada una de las urgencias respiratorias requiere de un
manejo y atención particular; algunas requieren de un exhaustivo aseguramiento
de la escena como en el caso de incendios o ambientes contaminados de tóxicos,
otros requieren el manejo y aplicación de métodos invasivos para el manejo de
la vía aérea, la administración de fármacos o de un manejo y atención
paliativo, como en los casos de cáncer.
BIBLIOGRAFIA:
1.- Dr. Riaño Arencibia Miguel Angel & Dr.
Peña Curó Juan. Lesiones por inhalación.
2019, de sld.cu Sitio web: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/urgencia/072__lesiones_por_inhalaci%D3n.pdf
2.-
Andrew N. Pollak, MD, FAAOS. (2014). Programa de Formación profesional del
Paramédico. Burlington Massachusetts, Jones&Barttlett Learning.
3.-
Jairo Téllez Mosquera & otros. (2019). Urgencias Toxicologicas. 2019, de
EnColombia Sitio web: https://encolombia.com/medicina/guiasmed/utoxicologicas/
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